ALGO HERMOSO TERMINA
Todos los
días del mundo
algo hermoso
termina.
JAROSLAV
SEIFERT
Duélete:
como a una vieja estrella fatigada
te ha dejado la luz. Y la criatura
que iluminabas
(y
que iluminaba
tus ojos ciegos a las nimias cosas
del mundo)
ha vuelto a ser mortal.
Todo recobra
su densidad, su peso, su volumen,
ese pobre equilibrio que sostiene
tu nuevo invierno. Alégrate.
Tus vísceras ahora son otra vez tus
vísceras
y no crudo alimento de zozobras.
Ya no eres ese dios ebrio e incierto
que te fue dado ser. Muerde
el hueso que te dan,
llega a su médula,
recoge las migajas que deja la memoria.
De: Tretas
del débil
Piedad Bonnett